EL ARREBATAMIENTO

Del latín rapere, «arrebatados», traducción del gr. harpazó = tomar por la fuerza. Se emplea 14 veces en el NT griego de diversas maneras. A veces en el sentido de«saquear», «llevarse», «arrebatar» (Mt. 12:29; Jn. 10:12); o en el de «llevarse a la fuerza» (Jn. 6:15; 10:28, 29; Hch. 23:10, Jud. 23). En escatología* se le da el sentido de ser llevado o transportado por el Espíritu Santo (Hch. 8:39; 2 Co. 12:2, 4; 1 Ts. 4:17; Ap. 12:5).

Los dispensacionalistas* no se ponen de acuerdo sobre cuándo ocurrirá el arrebatamiento o rapto (como se dice en inglés), si antes de la Gran Tribulación* o después. Para la escatología clásica, el arrebatamiento coincidirá con la Segunda Venida de Cristo y el final de los tiempos, mientras que los santos son arrebatados por el Señor a las nubes, los impíos permanecen en la tierra expuestos a la «ira del Cordero». AR

Fuente: Francisco Lacueva, Diccionario teológico ilustrado (Tarrasa, Barcelona: Clie, 2001), 71.

AR Alfonso Ropero

En el Antiguo Testamento nos encontramos con dos casos de personas arrebatadas a Dios: Enoc (Gn. 5:24; He. 11:5) y Elías (2 R. 2:11), sin ver la muerte.

En el Nuevo Testamento tenemos la promesa del arrebatamiento de los de Cristo en Su venida. Primero habrá la resurrección de los muertos en Cristo, y luego todos los creyentes vivos entonces, juntamente con los santos acabados de resucitar, serán arrebatados para recibir al Señor en el aire (1 Ts. 4:16–17). Este hecho preliminar de la venida del Señor es del mayor de los intereses para la Iglesia, que recibe la instrucción de esperar a su Señor (Tit 2:11–14).

Fuente: Samuel Vila Ventura, Nuevo diccionario bíblico ilustrado (TERRASSA (Barcelona): Editorial CLIE, 1985), 76–77.

La asociación de la resurrección de los creyentes con el retorno visible de Cristo, mencionado brevemente en 1 Corintios 15:23, que se refiere a la resurrección de los que son de Cristo en Su venida, es enseñada más claramente en 1 Tesalonicenses 4:13-18.

Pablo ha estado hablando de la vida tranquila, simple, y honesta, que deben vivir los creyentes, mientras se conducen “honradamente para con los de afuera”. Es muy significativo que sea esa idea la que introduce el tema de la resurrección de los creyentes que han muerto. Evidentemente, algunos del grupo cristiano original en Tesalónica habían muerto, después de que Pablo les había dejado para ir a Atenas. Había una pregunta en la mente de sus amigos y de sus parientes, ¿estaban excluidos de la esperanza de la segunda venida de Cristo? Es esta pregunta que contesta Pablo.

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él” (vv. 13, 14). En otras palabras, la resurrección de Jesús es la garantía de la resurrección de los hermanos que han muerto. Esta resurrección será “a través de Jesús” como el agente de la acción, y “con Jesús” en Su segunda venida.

“Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (vv. 15–18).

(a) El momento
Las dos etapas de la acción en el retorno glorioso de Cristo, (1) la resurrección de los creyentes, y (2) el cambio en que los creyentes vivos serán hechos inmortales, suceden en un momento breve de tiempo. Pablo se refiere a las mismas etapas en 1 Corintios 15:51, 52, “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados”. Un “momento” (la palabra griega es atome) difiere técnicamente de un “instante”. Un instante es un punto cero de tiempo, pero un momento, aunque es un período de tiempo muy breve, incluso como en este caso puede ser un abrir y cerrar de ojos, sin embargo ocupa algo de tiempo. Durante ese momento, primero serán levantados los muertos, y después los santos vivos serán transformados. Juntos, seremos reunidos con el Señor en el aire.

(b) El rapto
La palabra “rapto”, que significa literalmente “ser arrebatado”, viene de una traducción del griego en 1 Tesalonicenses 4:17, donde dice “seremos arrebatados”.

Fuente: J. Oliver Buswell Jr., Teología sistemática, tomo 4, Escatología (Miami, Florida: LOGOI, Inc., 2005), 784–785.

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