TEXTO DE ESTUDIO: “Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

COMENTARIO 1: Pedro significa roca, pero Jesús no dice que edificará su iglesia sobre Pedro; estaba diciendo sencillamente que había algo acerca de Pedro y de su confesión que Jesús iba a usar para edificar su iglesia. En griego, Jesús dijo: “Tú eres Petros, y sobre esta petra edificaré mi iglesia”. Petros significa roca suelta, piedra, mientras que petra significa farallón rocoso, saliente o borde de roca, el tipo de roca sobre la que el hombre prudente construyó su casa (Mateo 7:25). La verdad que Pedro confesó es la roca sólida sobre la que Jesús edifica su iglesia. Todos los que hacen esta misma confesión de corazón son piedras vivas (Pedros) que encajan perfectamente en la edificación de la iglesia de Cristo.
Es irrazonable, en extremo arbitrario, y contrario a otras declaraciones de las Escrituras interpretar estas palabras de Jesús como si proclamaran que Pedro es la cabeza de la iglesia de Cristo en la tierra, el vocero infalible del Señor en cuanto a la moral y la doctrina. Aunque Pedro finalmente llegó a ser un valiente apóstol de Cristo, su debilidad humana y sus errores son demasiado aparentes durante su vida en el reino de Dios. Hablaremos más acerca de Pedro un poco más adelante.
Sin embargo, primero debemos considerar lo que Jesús quiso decir cuando mencionó que las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Su iglesia es la gente, todos los verdaderos creyentes en Cristo. La palabra Hades se traduce a veces como “infierno” o simplemente “muerte” o la “tumba”. Es un pensamiento bíblico decir que la muerte no podrá retener a los creyentes en Cristo. Cristo venció la muerte por ellos e hizo de ella la entrada a la vida eterna.
Fuente: G. Jerome Albrecht y Michael J. Albrecht, Mateo, ed. John A. Braun, Armin J. Panning, y Curtis A. Jahn, La Biblia Popular (Milwaukee, WI: Editorial Northwestern, 2002), 229–230.
COMENTARIO 2: En cuanto a “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia”, el abuso de interpretación en apoyo de determinada jerarquía religiosa ha hecho desviar la interpretación natural del pasaje. Que Cristo es el fundador y fundamento único de la iglesia, queda establecido en pasajes como: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Co. 3:11). “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Ef. 2:20). “He aquí pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; y el que creyere en él no será avergonzado … La piedra que los edificadores desecharon, ha venido a ser la cabeza del ángulo …” (1 P 2:6–7).1
Entonces, ¿qué quiso decir Jesús a Pedro? Sólo le concedió la prioridad en el desempeño de ciertas funciones ministeriales, como el abrir—por decirlo así—las puertas de la salvación tanto a los judíos como a los de otras naciones, lo cual se cumplió maravillosamente en Pentecostés y en la casa de Cornelio (Hc. 10). Concederle el privilegio de ser el primero en hacerlo no es lo mismo que otorgarle autoridad suprema o constituirlo Jefe o Cabeza de la iglesia con sucesión apostólica, soberano sobre los otros apóstoles y los creyentes de todos los siglos.2
“Edificaré mi iglesia”, declaró Cristo. El es su fundador y cabeza.
1 Las letras bastardillas pertenecen al autor del Comentario.
2 El teólogo León Morris comenta que si a Pedro se le hubiera dado el lugar principal, sería inexplicable la pregunta de los discípulos luego en cuanto a quién tendría ese lugar (18:1). Ellos no habían entendido las palabras de Jesús como que Pedro era supremo pontífice.
Fuente: Asdrúbal Rı́os, Comentario bı́blico del continente nuevo: San Mateo (Miami, FL: Editorial Unilit, 1994), 196–197.
EL FUNDAMENTO O BASE DE LA IGLESIA
Una iglesia divina, con una cabeza divina, necesita también un fundamento divino. Tal fundamento es la aseveración que hizo Pedro cuando confesó a Cristo como el Mesías, el Hijo de Dios; a lo cual respondió Jesús: “Y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mt. 16:18). Por toda la escritura se hace mención de Cristo como una roca; por ejemplo, en Isaías 28:16 Dios dice: “He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable …” Pedro cita lo mismo en 1 Pedro 2:6, y lo aplica a Cristo. Jesús es la piedra desechada por los hombres, mas Dios le hizo la principal piedra del ángulo (Hechos 4:11, 12). Pablo confirma el fundamento de la iglesia, cuando dice: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo (1 Corintios 3:11). Cristo es el fundador de la iglesia y su fundamento.
Fuente: Denver Sizemore, Lecciones de doctrina bíblica, vol. 1 (Joplin, MO: Literatura Alcanzando a Todo el Mundo, 2002), 27–28.
Jesús es el fundamento.