Una carta del apóstol Pablo a la iglesia en Filipos. Escrita durante su encarcelamiento alrededor del 62 d.C.
Introducción
Además de su mensaje de alegría triunfante frente al sufrimiento, la carta de Pablo a los filipenses es profunda y desafiante. El lenguaje de Filipenses se eleva frecuentemente con expresiones de alabanza y adoración centradas en el evangelio que conmueven el alma.
Ocasión
Pablo tenía en mente problemas pastorales y preocupaciones personales cuando escribió a los filipenses. Menciona dos problemas pastorales:
- Desunión entre los filipenses. Menciona un conflicto específico entre dos mujeres en la iglesia-Evodia y Síntique, y les insta a estar unidas y vivir en armonía juntas en el Señor (Fil 4:2).
- La amenaza potencial de falsos maestros y enemigos de la cruz (comparar Fil 3:2, 18).
Las preocupaciones personales abundan también en Filipenses, mientras Pablo informa a los filipenses referente a sus propias circunstancias en prisión. La situación personal de Pablo esta intrincadamente ligada al progreso del evangelio. Les informa acerca de estos asuntos porque considera a los filipenses como socios en el evangelio (Fil 1:5), que trabajan en oración por él (Fil 1:19) y le han apoyado financieramente (Fil 4:15–18). Adicionalmente, Pablo:
• Recomienda a Timoteo con el fin de que le den la bienvenida cuando llegue (Fil 2:19–23).
• Informa de su propio deseo de visitarlos en el futuro (Fil 2:24).
• Da un informe con respecto a Epafrodito y su enfermedad (2:25–30).
Propósito
El propósito de Pablo en Filipenses es persuadir a los filipenses a regocijarse en y a unirse por el evangelio. Hay cierta discusión en cuanto a si Filipenses tiene un propósito singular:
• Fee afirma que “la preocupación dominante de Pablo” y “máxima urgencia” es con el evangelio (Fee, Philippians, 14, 47).
• Watson identifica el propósito textualmente con Fil 1:27–30, en donde se les llama a mantenerse firmes y estar unidos en el evangelio. Watson llama a este texto la “proposición principal” (Watson, “Rhetorical Analysis”, 79).
• O’Brien está en parte de acuerdo con Watson, pero añade que Pablo “parece haber tenido una serie de propósitos en mente” (O’Brien, Philippians, 38).
• Hawthorne enumera ocho propósitos (Hawthorne, Philippians, lv-lvii).
El propósito de Pablo es en relación con el evangelio. El evangelio les ha unido en una alianza por el evangelio. Pablo escribe desde un profundo sentido de gratitud por este compañerismo (ver la inclusio de 1:1–11 y 4:10–20). El propósito de Pablo es llamar a los filipenses a esforzarse, permanecer firmes, y regocijarse juntos en colaboración por el evangelio como miembros de la comunidad celestial. En otras palabras, Filipenses es un llamado sostenido a unirse para y regocijarse en las cosas que más importan.
Fuente: Jason C. Meyer, «Filipenses, Epístola a los», ed. John D. Barry y Lazarus Wentz, Diccionario Bíblico Lexham (Bellingham, WA: Lexham Press, 2014).