LOS CRISTIANOS Y LA FIESTA DE HALLOWEEN

Si hay algo que Satanás sabe hacer es disfrazarse. Lo ha hecho desde la Creación y lo sigue haciendo hasta nuestros días.  Dentro de sus prácticas tiene el hábito de disfrazar las cosas más nocivas en cosas que aparentemente son inofensivas. Pero cuando los seres humanos entran en relación con esas cosas disfrazadas, se ven afectadas no solamente física, sino también espiritualmente. Dentro del grupo de personas cristianas y no cristianas, hay muchos que entran en relación con celebraciones cuestionables, cómo Halloween, pensando que son inocentes, y otros porque no saben cabalmente de que se trata. Por tal razón, las dos preguntas centrales que desarrollaremos en este artículo son: ¿Qué hay detrás de esta celebración llamada Halloween? y ¿Pueden los  seguidores de Jesús celebrarlo? Sin embargo, para poder responder estas preguntas, me valdré de otras, que me ayudarán en el desarrollo de este tema controversial.

Antes de continuar, es bueno mencionar que escribo este artículo porque a pesar de que esta celebración es extranjera, el continente Sudamericano, desde donde escribo, ya la celebra cómo si fuera suya, pero sin cuestionar sus orígenes.

¿En qué consiste la fiesta llamada Halloween?

Durante la celebración de Halloween, los niños se visten de brujas, duendes, fantasmas, pequeños demonios, y adivinos. Todos estos son representaciones del reino de las tinieblas. Los juegos practicados durante Halloween promueven miedo en los niños y se basan en casas tenebrosas llenas de telas de araña, sangre, esqueletos, gatos negros, murciélagos, y cuartos oscuros. Pero la celebración no es completada hasta que no aparece la gitana con su bola de cristal para decir la suerte de los participantes.

A los niños se les enseña a ir de puerta en puerta diciendo «trick or treat» lo cual significa «o me regalas algo (generalmente dulces) o te juego una broma». Sin embargo, esa aparente propuesta tiene un origen peligroso y satánico, como veremos más adelante. Además, por reportes oficiales de algunos estados americanos, es gracias a ese tipo de actitud en los niños que se encuentran en las calles en las horas tempranas de la noche de Halloween que la policía es puesta en alerta para atender a la descomunal cantidad de hechos vandálicos que se registran entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana de la noche de la celebración de Halloween.

¿Quiénes celebran con más entusiasmo la fiesta de Halloween?

Los profesos seguidores de Satanás, consideran la noche de Halloween como el día más «santo» en su calendario, donde se insta a las sectas satánicas a ofrecer sacrificios humanos y animales al Enemigo de Dios, en ella la sangre es deseada. Hasta hace pocos años los cristianos de Estados Unidos no habían cuestionado la celebración de Halloween, pero la gran cantidad de niños infantes y gatos negros desaparecidos que se reportan alrededor de ese día es escandalosa.

¿Cuál es el origen de la celebración de Halloween?

La palabra “Halloween”, “es un nombre inglés para la Víspera de Todos Los Santos. La palabra inglesa paulatinamente está entrando en el español, debido a la proliferación de películas vinculadas con el tema”.[1] Es decir, la fiesta de Halloween, es una celebración que anuncia la fiesta llamada de Todos los Santos, que en “Estados Unidos es un festival pagano celebrado el 31 de octubre, la tarde previa al Día de Todos los Santos. Los antiguos druidas creían que la ocasión merecía la celebración porque Saman, el señor de la muerte, devolvía las almas de los malvados que habían sido condenados a morar en los cuerpos de los animales”,[2] por esa razón los niños celebran este festival poniéndose máscaras y vistiéndose como fantasmas, animales, etcétera. Sin embargo, el origen mismo de todas estas celebraciones, las podemos rastrear hasta las antiguas tribus celtas, porque para ellos el comienzo del nuevo año era marcado por la víspera de Todos los Santos, lo que revela que la celebración llamada Halloween es totalmente anticristiana.

En ese contexto es que podemos afirmar que es en honor de Saman, que se celebra el Samhain, “uno de los ocho Sabbats celebrados por las brujas y otros involucrados en el ocultismo. Se celebra en la víspera del día 1 de noviembre, es decir, el 31 de octubre. Es la contrapartida de Beltane o Víspera de Mayo, que se celebra en verano. Samhain es la fiesta en la que se anuncia la estación de la oscuridad, el último día para reunir lo que queda por cosechar. Según la leyenda, los espíritus vagaban por la región el 31 de octubre destruyendo todo lo que no hubiese sido cosechado”,[3] entonces, “Samhain es también designada como Halloween (palabra inglesa derivada de las palabras antiguas que significan víspera del Día de Todos Santos, y ya conocida por muchos hispanoparlantes)”.[4] En síntesis, Halloween tiene relación al momento de contacto con los muertos, porque como ya dijimos, las connotaciones populares de Halloween se derivan de las costumbres religiosas paganas de los antiguos celtas y Druidas.

¿Hay relación entre Halloween y alguna celebración cristiana?

Las primeras celebraciones de Halloween nunca fueron llevadas a cabo por la iglesia cristiana, sino por los sacerdotes de una orden llamada Druida. La celebración de Halloween se hacía en honor a Samhain, el «señor de la muerte», y sus demonios, cuyo festival caía el 1 de noviembre. Aunque paradójicamente, la definición etimológica de la palabra Halloween es «noche totalmente santa». De acuerdo con el diccionario Webster, la palabra Halloween viene de las palabras inglesas «All Hallo Even». Esta «noche totalmente santa» del 31 de octubre -amanecer 1 de noviembre – era también, de acuerdo con el Calendario Romano, un día santo para recordar las almas de los muertos. De ahí la confusión por la mezcla de ambas celebraciones.

Por su parte los Católicos recordaban a los santos muertos, como lo hacen la Iglesia Episcopal y la Iglesia Ortodoxa Griega, pero los sacerdotes de Druida, una orden pagana, tomó la misma noche para celebrar – no el recuerdo de los muertos – sino para brindar loor al «señor de la muerte», Samhain.

Este festival tiene la intención de honrar a los mártires, conocidos y desconocidos que hayan muertos por la Iglesia (en realidad fue la iglesia de Roma la que mató a la gran mayoría). Durante los tiempos de Constantino, estos dos días festivos – el eclesiástico y el pagano – se mezclaron en un intento volicional, consciente y calculado para «tratar de cristianizar» el día pagano. Pero fue un error, porque la Iglesia Romana no logró cristianizar a los paganos. Sucedió lo contrario, como siempre que se intenta transar con el mal, los paganos influyeron más el día eclesiástico que al contrario. Por esa razón, un verdadero cristiano no debe participar en la celebración de las actividades llevadas a cabo ese día.

¿Existen algunos símbolos de Halloween que respaldan su origen pagano y satánico?

Por supuesto, veamos algunos:

Los muertos y espíritus: Los celtas creían que los muertos y los espíritus regresaban la noche del 31 para visitarlos y atormentarlos.

Truco o trato: Para ganar el favor de los fantasmas y malos espíritus, en cambio de que no los molestaran, familias dejaban frutas y dulces en el frente de sus casas. De allí la costumbre de los niños de ir a pedir golosinas y pronunciar la frase «trick or treat», pero esta acción aparentemente inocente tiene un origen demoniaco.

Los disfraces: Originalmente los disfraces se usaban durante las ceremonias que hacían los celtas. Luego se usaban para representar a los espíritus que vagaban por las calles esa noche. Personas se vestían de ellos poder tomar las frutas y dulces que otros dejaban afuera. Si no encontraban nada pues les hacían bromas a los de la casa (truco o trato). Los disfraces siembre eran de fantasmas, esqueletos, brujas o demonios. La combinación de los disfraces y el truco o trato forman gran parte de las celebraciones de hoy.

Las supersticiones: Las solteras consultaban a adivinos para que estos les revelaran quienes serían sus futuros esposos. Usualmente el ritual involucraba algún tipo de espejo, dichos y manzanas.

La cosecha: Porque la fecha cae en el tiempo de las cosechas, es común que los frutos de la época formen parte de cualquier celebración durante este tiempo. Las calabazas y las manzanas son bastante típicas.

Las calabazas: Las calabazas talladas con la imagen de una cara y alumbradas con una vela por dentro tiene su origen en Inglaterra con la leyenda de un hombre llamado Jack, quien quiso engañar al diablo. En cambio, el diablo lo condenó a que anduviera la tierra por el resto de su vida con sólo brasas del fuego del infierno para alumbrar su camino. La imagen ha sido asociada con el Halloween desde la llegada de inmigrantes a las colonias.

¿Se puede reconciliar la fiesta de Halloween con las Sagradas Escrituras?

Precisamente esto fue lo que el papa Gregorio III quiso hacer con al combinar las fiestas de Samhain (fiesta pagana) y las de Todos los Santos (una fiesta aparentemente religiosa).  Aun así, la gente continuó con los rituales y las supersticiones paganas.

El cristianismo de La Biblia, se basa en el triunfo de la vida sobre la muerte, de la luz sobre las tinieblas. No podemos encontrar ningún pasaje bíblico que hable sobre la muerte, el diablo, los demonios y la oscuridad en un sentido celebratorio y digno de nuestra observación y reverencia. El Nuevo Testamento es básicamente la historia de cómo Jesús venció la Satanás y al pecado, y la liberación que nos ofrece de la muerte y el miedo.

Además, no podemos albergar la idea que los muertos puedan tener relación con los vivos, nada más alejado a Las Escrituras que presentan a la muerte como un estado de inconsciencia temporal mientras la persona espera la resurrección. El Antiguo Testamento, al referirse a la muerte de David, Salomón y demás reyes, dice que dormían con sus padres (1 Reyes 2:10; 11:43; 14:20,31; 15:8; 2 Crónicas 21:1; 26:23; etc.). El Nuevo Testamento hace lo mismo. Jesús al describir la muerte de la hija de Jairo, dijo que ella dormía (Mateo 9; 24) También así se refirió a Lázaro cuando estaba muerto (Juan 11:11-14). Además la Biblia nos enseña que: (1) Los muertos están inconscientes (Eclesiastés 9:5), (2) la muerte pone fin a todas las actividades (Eclesiastés 9:10), (3) durante la muerte, los pensamientos cesan (Salmos 146:4), (4) durante la muerte, no hay emociones (Eclesiastés 9:6), y (5) durante la muerte, no alabamos a Dios (Salmos 115:7).

Entonces, respondiendo la pregunta de que si se podría reconciliar la celebración de Halloween con alguna verdad bíblica, la respuesta es «no». No se puede reconciliar Halloween, y ninguna otra fiesta a los muertos, basado en lo que la Biblia nos enseña. Pero, secularmente, hay cristianos que continúan participando en eventos de Halloween como lo hacen con otros días festivos como los son el día de independencia, el día de las madres, día de los trabajadores, etc.

¿Cuál es la responsabilidad de todo creyente?

Como padres cristianos, debemos impedir que nuestros hijos sean expuestos a una celebración, que si bien tiene la intención primaria de honrar a los muertos, es también usada por grupos paganos para celebrar sus ritos satánicos. Lo que puede parecer a sus niños como juegos inofensivos pueden convertirse en grandes casos de posesión demoniaca.  Considero que la noche que celebran Halloween hay más espíritus inmundos en los aires que ningún otro día del calendario.

Satanás ha ganado la aprobación para la celebración de esta fiesta haciéndola una «tradición». Y cuando alguna acción de convierte en tradición, las generaciones futuras no cuestionan los orígenes, sino que siguen la celebración simplemente porque es «parte de la tradición», cómo hoy, mientras hacía compras en un Mall, en la parte central de este centro comercial estaban armando un escenario para celebrar Halloween, allí habían figuras de calaveras, “muertos vivientes”, brujas, murciélagos y sangre. Las personas que por allí pasaban se reían y disfrutaban de las imágenes, ignorando su contexto satánico y perverso. Por eso el apóstol Pedro decía: “Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos. Y después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables”.[5] 

El llamado a los cristianos es: “Vivan cómo hijos de luz, y no cómo seguidores de las tinieblas”, “porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz (el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) y comprueben lo que agrada al Señor. No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto”.[6]

Y “por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza”.[7]////.

AUTOR: Joe Saavedra, ThD (Lo ubicas en  X (Twitter): https://twitter.com/joesaa o puedes escribirle a jsaavedra@adventista.es)